Fútbol sala

El Viña Albali Valdepeñas tira de épica en otro partido de infarto (1-1) (4-3)

Edu Sousa en el penalti fallado por Araça. Viña Albali 1-1 Levante Foto: ACP-FSV
El partido fue a los penaltis y Araça falló la quinta pena máxima para mandar la eliminatoria a Paterna

Pasaban tres minutos de las ocho y media de la tarde en Valdepeñas cuando comenzaba el encuentro entre el Viña Albali y el Levante en el que los azulones se jugaba todo. O seguir vivos en la liga o terminar la temporada. El sol y el calor achicharraban el Virgen de la Cabeza haciendo presagiar una noche épica que finalmente terminó siéndolo.

Arrancaba mal el partido para el Viña Albali y es que cuando apenas había pasado un minuto en el marcador Cainan era expulsado por roja directa, tras una acción en la que Rubi Lemos se quejaba de un pisotón en la cara del italobrasileño. Minutos de superioridad de los granotas que no supieron aprovecharla, pero si les dio para tener dos ocasiones clarísimas con Rivillos mandando un balón a la madera después de que tocara en Chino y otro disparo de Rubi, repelido por Edu.

Acababa la superioridad numérica del Levante y Nano tenía la primera ocasión clara para los vinateros en un mano a mano que se le fue cruzado tras un fantástico pase de Rafa Rato, que disputó muchos minutos en el partido. Seguía estando caldeado el ambiente y se notaba en el Virgen de la Cabeza con ambos equipos jugándose lo que se estaban jugando. En el minuto 13, Sergio González y Rivillos recibían amarilla tras otro encontronazo y poco después la veía Diego Ríos.

Se llegaba al ecuador de la primera mitad cuando Dani Santos estaba a punto de marcar la suya: pase de Chino al segundo palo y Fede se la sacaba al ‘ratón’. En el último tramo de la primera parte, el partido entraría en barrena sin producir apenas ocasiones claras ninguno de los dos equipos. Eso sí, a falta de algo más de seis minutos para terminar los primeros veinte, Álex García se resentía de su tobillo maltrecho y se marchaba lesionado al banquillo. También lo hacía Sergio González que se quejaba del pie. Ninguno de los dos volvió a jugar.

A poco de finalizar la primera mitad Dani Santos mandaba una volea cruzada y Edu salvaba a los suyos con un doble paradón -sobre todo el segundo tiro a Rafa Usín- con el que conseguía dejar a los suyos 0-0 al descanso.

Volvían los jugadores de los vestuarios y se estrenaría en el partido Juanan. Rugía la Marea Azulona que sabía que su equipo lo necesitaba más que nunca por todo lo que se jugaba y por las lesiones que iban apareciendo. Chino lo intentaba, pero su disparo se iba al lateral de la red. Quien sí iba a marcar era el Levante que saldría rapidísimo en una contra, Esteban encontraba el pasillo por el centro y batía a Edu con un punterazo que Reventó el larguero y se metió para dentro.

Después vendría el aluvión de ocasiones vinatero. Aparecería el vendaval azulón, con varias ocasiones de Matheus Preá, Rafa Rato y Catela, pero Fede se vestía de santo. Sufrían los granotas que además se ponían con cinco faltas cuando restaban 11 minutos para el final del partido. Empujaban y empujaban los de David Ramos, pero el gol no llegaba y los nervios afloraban en el Infierno de la Mancha.

Marc Tolrà metía el susto mandando un balón al palo, sin apenas ángulo y poco después, concretamente a falta de 4:45 Dani Santos hacía justicia y ponía el 1-1 elevando con la espuela el pase de Juanan. Una delicia del ‘ratón’. Inmediatamente después el moraleño tenía una clarísima que no conseguía subir al marcador. Con ese resultado ambos equipos se marchaban a la prórroga y con la noche ya caída en la Ciudad del Vino.

Pasaron las dos prórrogas sin que ocurrieran muchas cosas en ninguna de las dos áreas excepto en los últimos segundos de la segunda parte en la que puto marcar el Levante en otra contra, pero Chino la robó y se la dejó a Rafa Rato que estrellaba el balón en Fede a la vez que sonaba el bocinazo final.

El partido iba a penaltis. Unos penaltis épicos que siguen alargando la historia del Viña Albali y que lleva la eliminatoria a Paterna. Nano fallaba el segundo y Gallo la mandaba al palo inmediatamente después. Ya no fallaría nadie hasta la quinta pena máxima del Levante en la que Araça disparaba al palo.

Continúa así la locura vinatera, la ilusión de un pueblo de poco más de 30.000 habitantes que no hace otra cosa que soñar y que va de la mano de la épica. La eliminatoria viaja a Paterna con un Viña Albali lastrado por las lesiones, pero con la moral por las nubes en busca de un nuevo hito.