jueves. 28.03.2024

Las salas de cine reclaman también el interés social, como sector damnificado por la crisis económica de la pandemia. Los Multicines de Valdepeñas cerraron el 12 de marzo de 2020 y desde entonces, solo abrieron unos días el pasado verano para dar el estreno de Padres no hay más de 2, de Santiago Segura. Quince puestos de trabajo directos pueden acabar perdiéndose.

Y no son solo los puestos de trabajo lo que está en juego. La empresa que gestiona estas diez salas de cine de la Avenida del Sur calcula que un 75 por ciento del público que, de ordinario, recibían, procedía de localidades de la comarca. Son visitantes que, a buen seguro, antes o después de la película hacían gasto en la hostelería valdepeñera y generaban sinergia con los centros comerciales de la Avenida del Vino y el área comercial del centro de la localidad, para generar ocio de consumo.

La empresa que en los últimos nueve años gestiona los Multicines no ha cesado de invertir en el equipamiento técnico de las salas, en los servicios que reciben los espectadores y en su comodidad. Pero a las prohibiciones de apertura se han unido los aforos restringidos cuando ha estado permitido abrir, haciendo inviable económicamente la actividad.

Negocios derivados

Los negocios construidos alrededor de los Multicines también languidecen, porque ha desaparecido el foco principal de atracción de clientes.

Con Valdepeñas liderando el trágico ranking de contagios y hospitalizaciones, la hostelería ha acaparado la atención mediática y social, por su gran peso en la economía local. Pero no es, ni mucho menos, el único sector machacado por el coronavirus, después de 14 meses de pandemia.

Los Multicines y los negocios paralelos, en la ‘UCI económica’ tras 14 meses de pandemia