Los hosteleros solaneros apelan a la responsabilidad, al sentido común y a la buena praxis de todos en la reapertura de sus negocios. El gremio pide prudencia y complicidad para mantener abiertos sus establecimientos después de mes y medio con el candado echado. Los camareros tendrán la doble labor de servir consumiciones y vigilar el cumplimiento de las normativas, confiando en la colaboración ciudadana.
Así lo ha manifestado el veterano hostelero Gabriel Onsurbe en Radio Horizonte: “Pedimos que la gente tenga ‘conocimiento’, ponga su granito de arena y sea consciente; no queremos volver atrás”. Solicita que se respeten las normas y que nadie se impaciente cuando llegue a los bares. “Que todo el mundo lo entienda para que no tengamos que hacer de policías y encima nos puedan denunciar”, añadió, haciendo un llamamiento a la responsabilidad por el bien de todos.
Después de mes y medio de cierre, Onsurbe reconoce que ya estaban mentalizados para seguir inactivos unos días más, pero ahora que les han dado esta oportunidad, cree que hay que aprovecharla “porque la situación era bastante angustiosa”. El anuncio de la apertura ha sorprendido agradablemente al sector, que el pasado sábado se manifestó en La Solana. “No esperábamos que dejaran abrir dentro de los locales, además de las terrazas, lo que nos ha animado a tirar para adelante y sacar del ERTE a los trabajadores”.
Código QR, imprescindible
Conviene recordar que será necesario un código QR al entrar a cualquier establecimiento de restauración de la región. El objetivo es facilitar el rastreo y control en caso de contagios. Los locales están obligados a pedirlo a sus clientes como medida de prevención. Además, habrá limitaciones de aforo, con un máximo del 50% en terrazas y un 30% en el interior. Hay que permanecer sentado y con mascarilla cuando no se esté consumiendo. Los establecimientos contarán con dispensadores de geles y se deberá respetar la distancia social entre clientes, con grupos máximos de 6 personas. El horario máximo de apertura será hasta las 9 de la noche, una hora antes del ‘toque de queda’, que se mantiene como estaba, es decir, a las 22 horas.
