Tipos normales
El Primer Ministro de Camboya, Pol Pot, prohibió las gafas y mandó ejecutar a quien las llevaba porque su uso era síntoma de intelectualidad y había que eliminar a quien apuntara maneras de saber leer. La lectura es peligrosa cuando se desea un pueblo dócil, creyente y manejable. Su régimen de terror en Camboya duró cuatro desde 1975. Ejecutó un genocidio de seis millones de personas. Ordenó destruir todos los vehículos a motor e instauró el carro tirado por mulas como medio de transporte nacional. Como abolió la propiedad privada, en Camboya era delito poseer una olla. Pol Pot falleció en 1998 y no fue juzgado por su régimen del terror.
A Benito Mussolinni le encantaba la ensalada de ajos crudos aliñados con aceite y limón, resultando que además era adicto al sexo, adicción altamente perjudicial para el orden social, ya que Benito repartió su olor a ajo por innumerables amantes. Benito usaba tacones por su baja estatura. O sea, que hizo coincidir su bajeza física con su bajeza moral. Escribió sobre moda femenina en el diario Il Popolo d’Italia y se puso a los pies de su amigo Adolf quien, por cierto, lo consideraba un bufón que era útil tan solo para aparentar cohesión entre su especie. No fue juzgado, pero sí ejecutado.
Hitler consumía cocaína, opiáceos y anfetaminas, según su necesidad de estimulación o de calma y, en esas condiciones, adoptaba decisiones. Cuando visitó un matadero no comió carne ese día porque un matadero le pareció una industria de lo más cruel. Incluso promulgó leyes animalistas. Además, obligó a tres científicos alemanes a rechazar el Premio Nobel. No fue juzgado.
Stalin tenía celos de un tal Trotski porque era hijo de terratenientes de clase media. En cambio, Stalin provenía de una familia modesta y se vio obligado a desarrollar su carrera militar a base de esfuerzo y contactos. Cuando lo encontraron agonizando nadie quiso intervenir para evitar la automática sospecha de asesinato. El miedo mato al gran genocida. Cuentan que no fue el brazo, sino la mano incorrupta de Santa Teresa de Jesús lo que estuvo en el dormitorio de Franco durante cuarenta años. Pescaba peces grandísimos, cazaba ciervos muy grandes, usaba coches grandes y vivía en un palacio grande. Aparte de su peculiar atracción por lo grande, el dictador español dijo que Dios situó a España en el centro del globo terráqueo, resultando que dicho globo es esférico y que el centro puede estar donde en cualquier parte. No fue juzgado.
Causa cierto estupor comprobar la normalidad de los dictadores que han estado el frente de regímenes totalitarios. Fueron tipos vulgares a quienes se les permitió ascender precisamente porque su mediocridad no causaba temor. Escalaron con cautela y, una vez arriba, dejaron aflorar su soberbia. ¿Qué hacemos mal para continuar permitiendo que la mediocridad con megalomanía continúe ejerciendo el poder?