domingo. 28.04.2024

Rubiales y las hijas de Rubiales

El polémico beso de Luis Rubiales a Jenny Hermoso
El polémico beso de Luis Rubiales a Jenny Hermoso

"Mi puesto está en juego. Hazlo aunque sea por mis hijas" le dijo Luis Rubiales a Jenni Hermoso, para que le ayudara ante la Real Federación Española de Fútbol. Una vez que el propio Rubiales involucra a sus hijas en este asunto habrá que entender que sus hijas podrían aprobar su comportamiento. ¿O no? Sería fantástico que un día sus hijas le dijeran: “papá, mi jefe me ha dado un pico después de encaramarse con sus piernas en mis piernas.Pero no te enfades, papá, es solo un pico” Además, Rubiales debería entender que el besador de sus hijas le contara que los hechos se han desarrollado de la siguiente guisa: “Verás Rubiales. Llegó tu niña y, después de darnos muchos parabienes y felicitaciones, la interpelé amablemente si quería que le diera un pico y ella, tras ardua reflexión, y sin sentir coacción alguna sobre la totalidad de mi cráneo, me dijo que sí”

Tampoco habrá de importarle a Rubiales que al besador de alguna de sus dos hijas le digan en los ambientes en los que hoza con otros congéneres “¡monstruo, que eres un monstruo!”, o que le digan que es un crack y un machote. Porque quien sea capaz de besar a sus hijas tal y como él lo hizo, también ha de ser un auténtico crack para el imaginario colectivo de ese tipo de hombres.

Rubiales trata de cubrir los hechos con un banco de niebla, pero no puede evitar la certeza de la imagen. Afirmó que las quejas surgidas a raíz de tan elegante gesto nacen de un falso feminismo: “Hijas, vosotras sí que sois feministas” Con lo que este noble caballero vuelve a utilizar de escudo humano a sus propias hijas de quienes aún no se sabe si han salido de debajo del colchón por la vergüenza.

Pues no, esto no es falso feminismo. Ni siquiera se trata de una cuestión ideológica sino tan solo de entender el concepto de respeto. Para Rubiales, exigir respeto es falso feminismo. ¿Acaso el feminismo auténtico sí permite las faltas de respeto? Un gañán puesto de limpio que se abraza los genitales cuando está contento no puede pontificar sobre lo que es feminismo y lo que no, por mucha hambre que quiera pasar su madre.

Cargarse a una jugadora al hombro como si fuera la canal de un cerdo es irrespetuoso y además exhibicionista. Se trata de ese exhibicionismo que practican ese tipo de hombres entre ellos, resultando que su finalidad no es agradar a la mujer sino agradar y obtener la admiración de otros hombres. Ese afán por gustarse entre ellos sugiere una suerte de una homosexualidad emocional que deberían hacerse mirar, (sea bien entendido aquí la referencia a la homosexualidad)

No es necesario que manipule más los hechos para formar opinión. Primero porque la opinión de esos compañeros suyos que le aplauden ya está formada y segundo porque un beso en la boca es un acto de índole sexual, sobre todo si se mira a los ojos del tal Rubiales.

Rubiales y las hijas de Rubiales