domingo. 14.09.2025

Perseguir al diferente

Sí. Perseguir al diferente, solo por el hecho de ser diferente, es inmoral, incoherente, y a todas luces improcedente. Inmoral y maligno porque nadie puede arrogarse la condición de ser mejor que otros; y si, además, los otros están, como suele ocurrir, en inferioridad de condiciones para defenderse, es de cobardes, es inhumano, es injusto. Todo ser humano, tiene el mismo derecho a pisar una baldosa, aunque nos creamos que la baldosa es nuestra. Desde cualquier punto de vista, negar el derecho a convivir, en igualdad de posibilidades, es, absolutamente rechazable.

Es incoherente. Basta recordar nuestra historia reciente. Hace un cuarto de hora, España era un país de emigrantes. ¿No lo saben? Desde todos los puntos de España salieron con muy diferentes destinos, y muy diferentes suertes, hombres y mujeres, perseguidos, principalmente porque en nuestro país fueron rechazados. Las expectativas de una vida mejor y en libertad, les obligaron a emigrar. En general fueron bien acogidos; con más o menos entusiasmo, pero en ningún sitio fueron recibidos a palos como estamos viendo en Torre Pacheco. Incoherente e intolerable.

La historia también nos enseña, que hubo lugares donde el diferente era rechazado -la Alemania nazi, por ejemplo-, y terminaron como terminaron. El discurso que hoy estamos oyendo es exactamente igual. Esperemos que el final no sea el mismo. La sociedad está mejor preparada, y no es pensable que caiga en esa tentación. Pero: ¡ojo! El discurso del odio, y el rechazo sistemático, es muy peligroso. Se contagia y se expande con suma facilidad.

Y es también improcedente. La inmigración nos ha ocasionado más beneficios que problemas. Ha cubierto una mano de obra que nadie quería, y han aumentado las cotizaciones a la Seguridad Social. Por ello han contribuido eficazmente al desarrollo económico. Si ahora mismo echáramos a los inmigrantes, como algunos irresponsablemente piden, España quedaría bloqueada. Y por si esto fuera poco, los necesitamos para rejuvenecer una población que envejece a marchas forzadas. Sin ellos sería imposible mantener el equilibrio: “cotizantes y pensionistas”. Así que: “basta ya del rechazo al diferente” por humanidad y por el interés de los españoles.

http://juliocasarrubios.blogspot.com

Perseguir al diferente