Cuatrocientos metros cuadrados distribuidos en tres plantas y una fachada cuyo nuevo aspecto se asemeja al de una capilla. Es el proyecto en el que buena parte de los 330 miembros que componen la Hermandad de Misericordia y Palma, se han implicado desde febrero de 2020. La nueva sede de esta hermandad de la semana santa valdepeñera tiene vocación de continuidad.
A diario y, sobre todo, en fines de semana, se puede ver a los cofrades trabajando como albañiles, pintores o electricistas, para poner a su gusto la nueva Casa Hermandad, en la confluencia de las calles Cristo y Constitución. La pandemia de la COVID ha hecho disminuir los ingresos de la cofradía, pero no tanto que les haya disuadido de llevar a cabo la inversión.
El pasado fin de semana se quedó pintada la fachada, ahora de colores blanco y albero. La inauguración y jornadas de puertas abiertas estás previstas para Semana Santa, si los plazos se cumplen
