Ya hace 20 días de la publicación en el BOE de la nueva Ley de Educación, por lo que hoy, martes, entra en vigor la tan polémica Ley Celaá que deroga la LOE que hizo efectiva el anterior ministro Wert. Y decimos tan polémica porque según a quién le preguntemos, nos da una versión u otra.
Y es que muerta o no llega con casi todos sus puntos sometidos a controversia. El primero, la educación que se lleva a cabo en los centros para alumnos especiales.
Pero sin duda lo que más polémica ha generado es el amparo en el que se supone que quedan los colegios concertados.
La nueva Ley recoge el aumento de plazas públicas en la educación de 0 a 3 años; que la asignatura de Religión no cuente para la nota media; la prohibición de que los colegios concertados segreguen por sexo; o la cesión de suelo público exclusivamente a la construcción de centros de titularidad pública. Asimismo, la norma suprime la referencia al castellano como «lengua oficial del Estado», así como la consideración de «lenguas vehiculares» tanto del castellano como de las demás lenguas cooficiales
