Hacer POLÍTICA, es solucionar los problemas de una sociedad, pero no una solución momentánea, puntual y pasajera. Hay que poner el punto de mira en el futuro para que esos mismos problemas no se repitan; para que la sociedad avance hacia un mundo mejor y más justo. ¿Con mano dura? No. Con mano valiente y arriesgada; con posturas constructivas; con posicionamientos de diálogo y convivencia. La mano dura, casi siempre trae el empeoramiento de la situación. Hay un dato que evidencia la realidad: con la mano dura de Rajoy el independentismo creció, hasta niveles preocupantes; con dialogo y acercamiento el independentismo ha disminuido.
Es rotundamente falso, por muy patriotero que se presente, que se pierde la dignidad cediendo y acercando posturas. Con los indultos, que iban a romper España, que eran la vergüenza y la humillación de nuestra patria, se ha propiciado una situación mucho mejor; no se ha producido una declaración de independencia y no se ha celebrado el esperpento de un referéndum ilegal. Y sobre todo, lo importante, el independentismo ha disminuido de un 48 % a un 27 %. ¿Arriesgó Pedro Sánchez? Sí. Pero ha merecido la pena. España no se ha roto; está más unida.
Y no es un error. No se trata de una visión equivocada, que todos podemos tenerla, que todo es discutible; se trata de una posición, decidida de antemano: Todo lo que hace Pedro Sánchez está mal. Algunos, mal intencionadamente, han invertido el silogismo lógico. Empiezan “el razonamiento”, -si es que es razonamiento-, por la conclusión. “Pedro Sánchez es malo”; luego todo lo que hace es malo. Da igual que sean indultos, que sea amnistía, o que suban las pensiones. Todo es malo. Todo conduce a arruinar el país y a romper España. Todo es indignidad. Y la verdad no es esa; la verdad es que no puedo ver a Pedro Sánchez, y hay que echarlo. ”Váyase señor Sánchez”.
Si queremos llegar a la conclusión de que Aznar fue un buen presidente, empezamos por la conclusión: “Aznar fue un buen presidente”. Luego todo lo que hizo estuvo bien: Darle a los catalanes el 35% de los impuestos; conceder indultos a quien habían puesto bombas, no urnas; apoyar una guerra ilegal en contra del criterio de la ONU; decir que los atentados del 11-M fueron obra de ETA; transferir tráfico a los Mozos, quitándoselo a la Guardia Civil. Todo estuvo bien. Silogismo invertido.
Julio García-Casarrubios Sainz