Con el objetivo de conservar la Iglesia de San Agustín en buenas condiciones para el disfrute de generaciones venideras, el Ayuntamiento de Almagro presentó el proyecto denominado “Rehabilitación integral de un bien patrimonial y revitalización funcional en espacio turístico accesible” al programa operativo FEDER de Castilla-La Mancha del periodo 2014-2020. La propuesta recibió el visto bueno con la intención también de convertirlo en un espacio turístico, cultural y expositivo accesible para todos los públicos.
La semana pasada han finalizado las obras que comenzaron a principios del pasado mes de julio. El inicio de las obra estaba prevista para los meses de marzo y abril, pero la pandemia por el coronavirus COVID-19 retrasó la actividad hasta principios de julio.
El proyecto ha consistido fundamentalmente en consolidar las partes más deterioradas de este Bien de Interés Cultural (BIC). “El edificio tenía problemas muy serios de humedades en la cubierta y en los laterales, el tejado estaba muy tocado por lo que entraba el agua por las paredes”, señala el alcalde de Almagro, Daniel Reina que, explica, de ahí la necesidad, también, de la colocación de unas chapas galvanizadas, que se les conoce como el nombre de baberos, autorizados por Patrimonio, que repelen el agua que llega a los puntos de unión de un muro con otro. “El tejado con el paso de tiempo se dilata; se abre una grieta y cuando azota agua en la pared, entra. Por lo que se hacía obligatorio colocar baberos”. Son de color gris claro similar al que permite Patrimonio para los canalones.
La empresa adjudicataria de la obra, Proyecon, ha realizado un trabajo completo de reparación del tejado. Se ha colocado una malla de protección, se han sustituido o limpiado las tejas y se ha colocado también un aislante que no deje pasar ni una gota de agua. “El tejado se ha quedado asegurado”, afirma el regidor almagreño. Con esta actuación se evita que el agua se filtre y deteriore como ha pasado con los tableros de las dos alas laterales de la iglesia e incluso algunas vigas de madera dañadas por el agua.
La otra parte del trabajo realizado para frenar las humedades, diseñado por el arquitecto Diego Peris, ha sido crear un espacio de ventilación en el interior del edificio. Así se ha abierto una zanja de ventilación en el suelo con rejillas que permite la respiración del edificio.
Otra actuación realizada para la consolidación del edificio, ha sido el análisis de las grietas, “se han monitorizado durante un mes y se ha visto que no ha habido ningún movimiento”, comenta Daniel Reina. Además, la mayoría estaban cubiertas de silicona en el anterior trabajo realizado en la iglesia en los años 90. Como dato curioso, la iglesia conserva cicatrices del virulento terremoto de Lisboa de 1755 que sacudió Almagro y que se cobró la vida de dos vecinos
A estos trabajos de consolidación, hay que sumar las acciones dirigidas a la conservación y restauración del camarín. Tenía un tabique de ladrillo que se ha retirado y que ahora permite ver el interior del camarín, sus pinturas murales y tener una nueva perspectiva de la iglesia. No ha sido un trabajo fácil, reconoce el arqueólogo Isidro Hidalgo, encargado del control y seguimiento de la obra, “se ha colocado un arco metálico como estructura de sujeción”. Respecto a las pinturas, un equipo de restauradores trabajó durante dos meses en su limpieza y recuperación. Han restaurado parte del dibujo que se había perdido.
Además, se ha actuado en la zona de la sacristía en la que antes no estaba permitido el paso debido a su deterioro y falta de seguridad por hundimiento parcial. La empresa ha adecuado esta área que faculta el acceso al camarín y también a la zona superior del edificio. Se ha dotado, así, de accesibilidad al edificio para uso turístico. De este modo, se amplía el espacio para itinerario turístico con acceso al coro alto, las galerías superiores, el camarín, la sacristía y a las torres. “La visita turística por San Agustín ha cambiado totalmente, las personas que ya conocieran la iglesia van a descubrir otros aspectos y detalles que les va a sorprender”, dice el alcalde de Almagro que calcula que para el primer trimestre del año, el edificio se pueda abrir al público.
Tras la finalización de los trabajos de rehabilitación, queda pendiente su musealización que desarrollará durante los próximos meses.
El importe de la rehabilitación integral ha ascendido a 508.902,95 euros, el 80% de la inversión es sufragada por los fondos europeos que corresponde a 407.122,36. El resto, el 20% recae en la entidad que solicita la ayuda económica. Los fondos FEDER se reciben tras la finalización de la obra entre dos y tres años después. Por esta razón, Almagro solicitó un anticipo a la Diputación provincial.
