viernes. 26.04.2024
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La labor de la pocería: Un servicio con historia

El alcantarillado es la base del urbanismo moderno. Está considerado un servicio público básico que no solo abastece a los ciudadanos, sino que además protege su salud al cumplir con funciones de saneamiento y potabilización del agua. Considerando la importancia de tener una red de alcantarillado en buenas condiciones, la labor de la pocería es uno de los servicios más antiguos conocido por el hombre e inevitablemente, uno de los más demandados en la actualidad.

Breve historia de la pocería

La pocería tiene sus inicios en la India, donde se descubrieron restos del primer sistema de alcantarillado del mundo, que data del año 3750 a.C. A pesar de ello, los sistemas de alcantarillado más parecidos a los que se conocen en la actualidad fueron construidos en la antigua Grecia.

Ya a principios del siglo XIX fue cuando se diseñó en Hamburgo el primer sistema de alcantarillado moderno, siendo replicado posteriormente en Londres y Reino Unido.

La pericia adquirida dos siglos más tarde junto con la proliferación y desarrollo de las nuevas tecnologías, ha permitido perfeccionar sustancialmente los sistemas de alcantarillado y sus procedimientos asociados, que se centran primordialmente en labores de mantenimiento y rehabilitación. Esto último incluye tareas como la limpieza, mantenimiento y rehabilitación de tuberías deterioradas.

¿Qué implica una obra de pocería en la actualidad?

Hablar de una obra de pocería sin zanja, implica hacer alusión a conocimientos técnicos unidos a tecnologías y herramientas apropiadas, todo con el fin de lograr resultados óptimos y minimizar riesgos y molestias tanto para la infraestructura, como para los ciudadanos y los propios poceros.

Dentro de las distintas actividades que gestiona la pocería destacan:

  • La construcción y reparación de arquetas, galerías, pozos y zanjas.
  • La eliminación de humedades.
  • El mantenimiento y limpieza de tuberías.
  • El recalzado de edificios.
  • El rediseño y mejora de fosas sépticas y la construcción de muros de seguridad.
  • La reforma y reparación del alcantarillado.

Si bien todas ellas entrañan dificultades, la realidad es que su consecución se ha visto enormemente facilitada gracias a la aplicación de nuevas técnicas, como es el caso de la conocida como pocería sin zanja; un servicio que actualmente puede ser contratado en empresas especializadas como en poceriasinzaja.es.

La pocería sin zanja: la innovación al servicio de todos

La pocería sin zanja consiste en aplicar soluciones integrales tecnológicas a los trabajos de pocería, con el fin de solucionar, sin hacer obra, cada tipo de problema:

  • Frente a las averías por obstrucción es posible utilizar un robot fresador, que elimina los obstáculos que impiden el flujo normal de la tubería, trabajando desde el interior del tubo.
  • Con el fin de realizar análisis y chequeos del estado de las tuberías se emplean cámaras específicamente diseñadas para la inspección de redes de saneamiento. De este modo, es posible comprobar si existen daños o roturas en las tuberías, sin necesidad de abrir zanja.
  • Del mismo modo, para llevar a cabo reparaciones o tareas de rehabilitación de tuberías dañadas, los poceros profesionales harán un estudio integral de la situación y seleccionarán el método más idóneo para restablecer la capacidad hidráulica y funcionalidad de la tubería.

Entre sus múltiples ventajas, la pocería sin zanja destaca por evitar la realización de excavaciones en el pavimento. Además, se trata de un servicio rápido, que minimiza costes al eliminar los gastos asociados a obras, y respetuoso con el medio ambiente, al no aplicar agentes contaminantes.

Con todo esto, la pocería en todas sus definiciones se configura como un servicio de atención integral, con una amplia historia de fondo, que ha acompañado al ser humano desde sus primeros acercamientos a la idea del urbanismo. La pocería implica en este sentido, una aproximación hacia la habitabilidad, siendo un servicio imprescindible para las sociedades modernas.

La labor de la pocería: Un servicio con historia