sábado. 20.04.2024

El cierre provisional del Instituto Juan D’Opazo de Daimiel, decretado este fin de semana por la Consejería de Sanidad, ha convertido a Ciudad Real en la primera provincia de Castilla-La Mancha en clausurar un centro educativo a causa de la COVID-19. Esto ha llevado a CSIF a reflexionar sobre la aplicación de los protocolos de seguridad en colegios e institutos y a advertir de que existe una falta de comunicación entre las delegaciones provinciales de Educación y Sanidad que impide la realización de un seguimiento eficiente de los casos.

CSIF resalta que los esfuerzos de los equipos directivos de los centros educacionales de la provincia por garantizar la seguridad de alumnos y trabajadores que se ven mermados por la demora en la determinación a la hora de rastrear los casos positivos que surgen en las aulas, algo que creen que debe solucionarse y por lo que reclaman más rastreadores. Además, la Central Sindical remarca que esto no solo dificulta la contención del virus, sino también la labor educativa, ya que algunos afectados afirman que no pueden regresar a las aulas tras finalizar la cuarentena preventiva porque, pasado el plazo, todavía no han sido notificados o no cuentan con el resultado de los test.

CSIF reclama más rastreadores en los centros educativos de la provincia