 
              Queridos hermanos en Cristo y devotos de la Santísima Virgen de la Cabeza:
Al concluir las Fiestas de agosto en honor y gloria de nuestra Excelsa Titular, celebradas en este año tan especial del 450 aniversario fundacional de nuestra Hermandad, nuestro corazón se llena de gratitud. Ante todo, damos gracias al Señor, que con su fidelidad ha sostenido a esta Hermandad a lo largo de cuatro siglos y medio de historia, y a la Virgen
Santísima, que como Madre amorosa ha guiado, protegido y acompañado a tantas generaciones de valdepeñeros que la han invocado con fe.
Queremos expresar también nuestro agradecimiento más sincero a todos los que, con vuestro esfuerzo, generosidad y devoción, habéis hecho posible la belleza y el esplendor de estas fiestas:
• A las empresas, instituciones y particulares que, con apoyo económico y logístico, habéis respondido con generosidad siempre que se os ha pedido ayuda. Muy especialmente al Ayuntamiento, la Diputación, la Policía Local, y al presidente de la asociación de vecinos de nuestro barrio.
• A quienes realizasteis y colocasteis las flores de papel, llenando de color nuestras calles, y a todos los que engalanasteis balcones y decorasteis ventanas para honrar el paso de la Virgen. Nuestro agradecimiento especial a Juan Miguel, siempre dispuesto a ayudar en todo.
• Al coro rociero “Santo Cristo”, por su canto a la Virgen cuando se dirigía hacia su ermita en su procesión gloriosa, y a ellos también junto a la Asociación de Coros y Danzas “Fermento”, por engrandecer con vuestros cantos las celebraciones del 14 de agosto con la Misa Manchega y el 15 de agosto con la Misa Mayor.
• A las Hermandades que nos acompañaron con fraternidad, y de modo especial a las filiales de Daimiel y Almodóvar del Campo, que con esfuerzo viajaron hasta Valdepeñas para caminar junto a la Virgen. Y a las que quisieron recibir a la Virgen: La Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad, La Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Palma, la Hermandad de Ntra. Excelsa Patrona, la Virgen de Consolación Coronada, La comunidad de Padres Trinitarios, y la Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno Rescatado, que también tuvo el precioso detalle de regalar un broche a la Virgen.
• A los hombres y mujeres de trono, y a sus capataces —Tomi, Tomás, Raúl y Jesús—, que con compromiso y fe hicieron posible un hecho histórico: que por primera vez nuestra Virgen de la Cabeza fuera llevada a hombros, como hijos que alzan con amor a su Madre.
• Al taller de orfebrería “Orovio de la Torre”, por el nuevo paso procesional, obra de arte que realza aún más la belleza de la Virgen en nuestras calles.
• A la Hermandad de Ntra. Excelsa Patrona, la Virgen de Consolación Coronada, que tuvo el hermoso detalle de prestarnos una media luna para el paso.
• Al devoto que realizó y ofreció los zapatitos para el Niño Jesús de la Virgen.
• A la Parroquia de la Asunción, que quiso acoger y recibir a la Virgen tras tantos años cuidando de ella cuando nuestra Hermandad pertenecía a ésta, perpetuando su devoción en Valdepeñas.
• A la Parroquia del Santo Cristo de la Misericordia, actual parroquia y sede de nuestra Hermandad, y a nuestro consiliario Don Emilio, por sus consejos, apoyo y dedicación, por cuidar con esmero la ermita y la imagen de la Virgen, y por alentar a la Hermandad a perdurar y avanzar en su misión.
• A las mujeres de mantilla, y a los hombres y mujeres que, con sus velas, acompañaron a la Virgen en procesión, iluminando con fe y devoción su caminar glorioso.
• A la Banda de Música “Maestro Ibáñez”, por poner melodía y solemnidad al paso de la Virgen, haciendo que cada instante se convirtiera en oración hecha música.
• Y a la junta directiva, por su trabajo incansable y compromiso firme, gracias al cual todos estos actos se han podido realizar.
En este 450 aniversario no podemos olvidar a los innumerables bienhechores de la ermita y de la devoción a la Virgen, que durante siglos cuidaron su casa y alimentaron la fe de nuestro pueblo. Ellos, que hoy gozan de la presencia de Dios, nos han acompañado desde el cielo en estos días de fiesta, caminando junto a la Virgen y alentándonos a mantener vivo el legado que nos dejaron.
Gracias a todos, de corazón. Habéis hecho que este aniversario no sea solo un recuerdo histórico, sino una auténtica proclamación de amor, unidad y fe en torno a la Madre de Dios. Que la Santísima Virgen de la Cabeza, os bendiga siempre y nos siga conduciendo de su mano hacia Cristo Resucitado.
Con afecto fraterno en el Señor, Consolación Verdejo Maroto.
 
             
              
 
       
         
               
               
               
               
               
               
               
              