Izquierda Unida de Valdepeñas ha expresado su apoyo a las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio, al cumplirse la primera semana de movilizaciones y protestas en demanda de la negociación de su convenio colectivo con la empresa que presta este servicio municipal. Son unas 178 personas dependientes, las que reciben este servicio en nuestra ciudad.
Las trabajadoras de la ayuda a domicilio denuncian que llevan desde 2020 con el sueldo congelado y desde Izquierda Unida y el Partido Comunista de Valdepeñas, dicen que estas mismas trabajadoras son objeto de amenazas tales, como la retirada de complementos en sus remuneraciones.
Edgar Téllez, coordinador del PCE en Valdepeñas, advierte, en alusión a la reforma laboral en marcha, que la coyuntura social y política no es la misma que en 2012; que la ayuda a domicilio es un servicio público y que las administraciones locales no pueden inhibirse.
Son 7.000 los usuarios de la ayuda a domicilio en la provincia y unas 2.000 las trabajadoras de un servicio, cuya calidad está sujeta a las condiciones de trabajo de éstas.
Los representantes de las fuerzas de izquierdas sostienen que es falso, que la privatización de los servicios públicos abarate su coste a la administración y los haga más eficientes. Recuerdan que, si nadie lo remedia, las trabajadoras irán a la huelga en febrero.
Alberto Parrilla coordinador local de IU y portavoz municipal de este grupo, dice que las trabajadoras afectadas cobran por debajo del salario mínimo interprofesional y que el servicio se resiente en su calidad.
Critican que a pesar de que la empresa permitió que en lo más duro de la pandemia, las trabajadoras entrasen en el domicilio de personas de alto riesgo, sin equipos de protección personal, haya podido volver a presentarse a la licitación del servicio y haya vuelto a ganarlo.
