El Centro Cultural La Confianza acogió este sábado el acto de conmemoración del Valdepeñero Ausente. Alrededor de 90 personas fueron las que acudieron al centro (que tenía el aforo restringido al 50 por ciento) para ver como recibía el nuevo nombramiento que, a partir de ya puede poner en su extenso currículum, el cardiólogo y jefe la Unidad de Hemodinámica del Hospital General Universitario de Ciudad Real, Fernando Lozano.
El acto comenzó con unos minutos de antelación debido a una confusión con la hora, pero el desarrollo fue todo un éxito. Los periodistas de Televaldepeñas Ángel López y Julián Gómez fueron los encargados de presentar la nueva figura del Valdepeñero Ausente. Gómez quiso hacer referencia a que "no recibe este nombramiento cualquier valdepeñero con un gran currículum que se encuentre fuera de la localidad, si no aquel que se va y se mantiene unido a su ciudad, sintiéndose orgulloso" -además de por los méritos que tenga, claro-.
A sus 52 años, Fernando Lozano, tiene un currículum envidiable e interminable. Su trayectoria profesional en el ámbito de la medicina se ha desarrollado en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid (donde estuvo hasta 2005) y en el Hospital General de Ciudad Real, donde sigue trabajando a día de hoy. Con orgullo representa a su tierra, sus valores y "farda" de aceite y vino allá donde pisa, "aún tengo mis piques con los riojanos", asegura.
El alcalde del municipio, Jesús Martín, fue el encargado de darle la placa conmemorativa y justo después Lozano se subió al atril para dar un discurso elocuente y desenfadado con el que consiguió ganarse al público. No fue en discurso aburrido que se podría haber hecho pesado, sino todo lo contrario.
El recién nombrado Valdepeñero Ausente mostró en una presentación toda su vida. Contó a todos los allí presentes, cómo fueron sus estudios en las Salesianas, el Jesús Baeza y en el Bernardo de Balbuena. Quiso presentar su infancia de manera realista, con un: así eran las cosas antes. Así fue todo el discurso, hasta que llegó al día de hoy. No sin antes, emocionarse cuando habló del momento en el que se casó con su mujer en 2004. Esa voz resquebrajada y esos segundos que a veces necesita uno para continuar. Ese agradecimiento hacia alguien.
El primer edil fue el encargado de cerrar el acto. Le fascinó la capacidad oratoria de Fernando Lozano y afirmó sentirse muy "tranquilo y orgulloso de que el jefe de cardiología del Hospital de Ciudad Real sea valdepeñero".
Y entre aplausos finalizó una hora después una ceremonia con un ambiente en el que se respiraba orgullo por la ciudad. Una ceremonia que fue emitida por Televaldepeñas en directo y que atrajo a distintas personalidades políticas. Un sábado muy valdepeñero.
