jueves. 25.04.2024
Gimba Dansoko

El fenómeno de la inmigración desde África a Europa suele ir ligado a historias personales de desesperación; de huida del hambre y de la muerte. Es el caso de Gimba, un joven de Mali, que abandonó su país después de que su padre fuera asesinado y él mismo fuese perseguido. Gimba lleva dos años en Valdepeñas, donde trabaja y trata de fraguarse un futuro.

La historia de Gimba Dansoko estremece y hace pensar, que venir a España y a otros países europeos con el requisito cumplido de un contrato de trabajo previo, a menudo es imposible, para quienes no tienen otra opción que salir de su país de origen. Gimba huyó de su tribu, en Mali, perseguido por quienes habían asesinado a su padre. Permaneció cinco meses en Marruecos, esperando en un bosque en Nador, a que le llegara el turno de embarcar en patera, en una travesía que a punto estuvo de costarle la vida.

Ya en Valdepeñas, gracias a su gran iniciativa y capacidad para relacionarse, pronto encontró trabajo en tareas agrícolas, se integró en el club de fútbol local y se inscribió como voluntario en Cruz Roja Española; la organización que le ha tutelado desde que llegó a España, en Almería, Mérida y Úbeda, antes de recalar en la Ciudad del Vino, donde ya vive dos años y donde aspira a construirse un buen futuro.

Ahora tiene trabajo en la Bodega de los Hermanos Navarro de calle Real. Aprende un oficio y sigue aportando su voluntariado a Cruz Roja. Todo un testimonio y una lección, de lo que la inmigración puede enriquecer la vida de un país como el nuestro.

La entrevista completa a Gimba fue emitida anoche en Conecta con Valdepeñas y ya se puede ver en el canal de Youtube de Televaldepeñas.

Gimba Dansoko, de Mali a España, huyendo de los asesinos de su padre