El salón de plenos municipal ha acogido esta mañana la sesión extraordinaria para debatir y aprobar el presupuesto general del Ayuntamiento para 2026. Un pleno que venía precedido por un fuerte enfrentamiento de los grupos de la oposición con el equipo de gobierno, tras la decisión del alcalde de convocarlo aprovechando la eventual mayoría que le proporciona la ausencia de un concejal de Izquierda Unida y otro de VOX y que a la postre, la ha permitido aprobar esas cuenta.
Dentro de lo previsible, los grupos de la oposición han obviado por completo el contenido del presupuesto y han convergido en todo tipo de críticas y denuncias de la estrategia del equipo de gobierno, por convocar este pleno extraordinario, impidiendo -dicen- la votación de dos corporativos.
38.825.000 €
La concejala de Hacienda, Vanessa Irla, ha repasado someramente el contenido de un presupuesto cifrado en 38.825.000 euros (2,5 más que el de 2025). Ha dado cuenta del aumento de los ingresos provenientes del Estado, del incremento de la partida de personal, del superávit contable y de un nivel de deuda muy lejos del límite legal.
Tras esta intervención se ha desatado la cascada de acusaciones de los portavoces de la oposición: fraude de ley, atentado a la democracia, secuestro de la voluntad popular o trilerismo político o gobierno cacique han sido solo algunos de las acusaciones y descalificaciones vertidas sobre el equipo de gobierno.
De nuevo, como hiciera en la rueda de prensa conjunta de todos los grupos de la oposición, ha sido la portavoz de VOX, quien ha insinuado una posible moción de censura. El alcalde le ha retado de presentarla y le ha advertido de represalias de Santiago Abascal, por pactar con comunistas.
El alcalde primero y el portavoz del grupo socialista después, han repelido con la misma contundencia, ataque tras ataque. Jesús Martín ha trazado una comparativa entre el estado financiero actual del consistorio y el que heredó del PP hace 22 años, en respuesta a la catástrofe económica que desde VOX y el PP han pronosticado con la ejecución del presupuesto defendido por los socialistas. Así Martín ha recordado que en 2003, el Ayuntamiento tenía una deuda bancaria acumulada de 19 millones de euros, más 10 millones de euros en facturas sin pagar. 22 años después, no hay nada pendiente con proveedores y la deuda bancaria está en 7 millones de euros.
Francisco Delgado ha recurrido a la prensa, para avalar la decisión que ha motivado el pleno de hoy. Ayer el diario La Tribuna justificaba la maniobra del alcalde de Valdepeñas, situándola en el difícil equilibrio de los gobiernos en minoría; un movimiento pues legítimo en política.
Tras hora y media de discusión, los presupuestos han quedado aprobados por mayoría absoluta.
