El rostro de los pequeños descubriendo los regalos que durante una noche de ilusión y espera, les han dejado los Reyes Magos de Oriente, es para muchos adultos, el momento mejor de unas fiestas navideñas, que con la festividad de hoy, llegan a su fin.
Pocas escenas reflejan mejor la inocencia y la ilusión infantil, premiadas según la tradición que en nuestro país viene destacada en rojo, cada seis de enero.
Con la celebración de hoy culminan unas fiestas que en las tres últimas semanas han estado muy marcadas por la progresión de los contagios de coronavirus, definida por la variante ómicron, merced a la cual las farmacias han hecho su agosto en diciembre, con la venta de test de antígenos.
Y en nuestro plano local, por una polémica que, como ninguna otra en el año que dejamos atrás, ha trascendido a la mayoría de la población, por una cancelación decidida desde el Ayuntamiento, atendiendo a la escalada de contagios en nuestra ciudad; una decisión que fue revocada tres días antes del 5 de enero, atendiendo a lo que demandaban multitud de vecinos en la calle y redes sociales.
Por delante un 2022 que todos deseamos que sea, el de la superación definitiva de la pandemia.
