jueves. 25.04.2024

El Molino de Gregorio Prieto, que preside la entrada norte a Valdepeñas desde la Avenida del Vino, ha sido durante los últimos cinco años, el Molino de las Tradiciones, de la mano del grupo de folklore Raigambre y gracias a una concesión del Ayuntamiento. El grupo ha resuelto dejar de hacerse cargo del inmueble y el Molino vuelve a estar vacío.

Cinco años ha permanecido el grupo de folklore Raigambre, al cargo del Molino que el pintor Gregorio Prieto cediese a la ciudad a mediados del siglo XX, a modo de monumento y de pequeño museo. El gran molino seguramente ha vivido una época de auge durante el último lustro, en que el grupo Raigambre lo transformó en un pequeño museo etnográfico, lleno de mobiliario, enseres y obras de arte rescatadas de tiempos pasados, cuidadosamente dispuestas para ser contempladas por multitud de visitantes a lo largo del año.

Repartido en tres plantas, el Molino brindaba espacios diferenciados a todo tipo de objetos, procedentes de donaciones y cesiones al grupo Raigambre, que ahora permanecen guardadas en una casa particular. El trabajo desinteresado de los voluntarios del grupo ha permitido que Valdepeñas disponga de un centro turístico y cultural más, junto a la relación de Museos que atesora la ciudad.

Cruz de Mayo

No es probable que la situación que ha desencadenado la salida de Raigambre del Molino de las Tradiciones tenga enmienda, después del desalojo. El grupo folklórico mantiene el programa de actividades que las circunstancias de la pandemia le permiten conservar; entre ellas el montaje de la tradicional Cruz de Mayo, en el Punto de Lectura del Canal, solo que, por segundo año, sin acto inaugural ni canto de los mayos. La cita, este fin de semana en el bulevar de la Avenida Primero de Julio.

Raigambre desaloja el Molino de las Tradiciones