Las abundantes lluvias caídas en los últimos días han llegado justo a tiempo. Hay que recordar que solo durante el puente de Todos los Santos se recogieron en el casco urbano de La Solana 70 litros por metro cuadrado, ideales en cantidad y calidad porque ha facilitado la simienza y recargado de agua los cultivos leñosos. Los agricultores están más que satisfechos con estos aguaceros y admiten su alegría. Es el caso de José Díaz-Cano, que ha dejado claro que no solo esta lluvia ha venido bien para la agricultura, sino a nivel general para todos. “La lluvia cuando cae arrastra polvo en suspensión, que hace limpiar el ambiente, lo refresca y permite que podamos respirar mejor”.
En una entrevista concedida a Radio Horizonte, Díaz-Cano habló de las dos épocas importantes en el año que son clave en la agricultura. Una es justo ahora. Según este profesional, “para la viña es beneficioso, ya que la vid está en su verdor y no ha entrado en parada vegetativa, todavía hay savia y le permite asimilar mejor este recurso hídrico y prepararse para la próxima campaña”. En cuanto al olivo, ya está madurando. “Esta lluvia ha venido muy bien para completar su ciclo”, afirma. El cereal, aunque algunos agricultores todavía no han sembrado, sí que estaba esperando estas lluvias para que la tierra estuviera en condiciones, y de esta forma poder garantizar la nascencia del grano.
Otra parte fundamental del año en el que las lluvias son esenciales es la comprendida en abril-mayo. En este caso, porque la viña empieza a brotar y necesita ese empujón. “Es cuando toma forma el sarmiento, el racimo”. También en esa época, el olivo está empezando a ofrecer sus primeros frutos y el cereal es cuando empieza a subir. “Si hay suficiente humedad cogerán buena altura y la cosecha se puede incluso multiplicar”, afirma José Díaz-Cano. Una de las cuestiones que destaca el agricultor es que sería muy positivo que, al menos hasta navidad, se mantuviera este ritmo de agua y así poder garantizar la próxima campaña. “Esperemos que se pueda salir de esta agonía, de este ciclo tan seco y encontrarnos con un horizonte más brillante”, enfatiza José Díaz-Cano.
