domingo. 14.09.2025

La discapacidad no es pecado

Ante las declaraciones del obispo Juan Antonio Reig Pla, en una una homilía pronunciada en la Basílica de la Anunciación de Alba de Tormes (Salamanca)

Obispo emérito Reig Pla
Obispo emérito Reig Pla

No podemos guardar silencio ante las declaraciones del obispo emérito Juan Antonio Reig Pla, quien el pasado 11 de mayo, durante una homilía en Salamanca, asoció la discapacidad con “el pecado” y con un supuesto “desorden de la naturaleza”.

Estas palabras no solo son profundamente equivocadas, sino también dañinas. Refuerzan estereotipos antiguos y excluyentes que han sido utilizados históricamente para marginar, culpabilizar y deshumanizar a millones de personas. La discapacidad no es un castigo, ni un defecto, ni una consecuencia del pecado. Es una condición humana más, que forma parte de la diversidad de nuestra sociedad.

Las personas con discapacidad no necesitan ser perdonadas ni redimidas por existir. Lo que necesitan es igualdad de derechos, accesibilidad, respeto y una sociedad que las reconozca como sujetos plenos, capaces y dignos. Vincular su existencia a una visión moralista y arcaica solo perpetúa el estigma y la discriminación.

La dignidad de toda persona es inviolable, con independencia de sus capacidades. Este principio no solo es recogido por los derechos humanos, sino que también está en la raíz del mensaje cristiano cuando se comprende desde el amor, la inclusión y la justicia.

Exigimos respeto. Las palabras del obispo Reig Pla no representan ni la realidad de las personas con discapacidad ni los valores que deberían regir una sociedad democrática y plural.

Las personas con discapacidad no somos un error de la naturaleza, sino una parte valiosa de la humanidad.

* CERMI es el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad

La discapacidad no es pecado