Desafortunadamente, toda familia tiene que pasar por algo así tarde o temprano. Aunque pueda sonar a término extraño, un deceso es un proceso natural más en el ciclo de vida de cualquier persona. ¿Por qué? Porque no es más que otra forma de hablar de un fallecimiento o una muerte. Es un sinónimo de estas palabras que se conoce, principalmente, por estar vinculado a las compañías de seguros, ya que estas lo usan para hablar de los fallecimientos de una forma que suene menos dolorosa.
Precisamente hablan de ellos porque, entre sus servicios y productos, suele estar lo que se conoce como seguro de decesos. Curiosamente, tramitar uno de estos también suele ser algo por lo que puede y debe pasar toda familia que se haya preparado adecuadamente, ya que las personas los contratan para que, en caso de faltar algún día, sus familias no tengan que afrontar los gastos que suelen estar ligados a un sepelio. ¿Y cómo funciona esto exactamente? Vamos a verlo detalladamente a continuación.
Por qué es tan importante contar con un seguro de decesos
El funcionamiento de un seguro de decesos es muy sencillo. El asegurado paga una cuota que puede ser anual, trimestral o mensual para que, en caso de fallecer, la aseguradora cubra los gastos de su sepelio. En España, por mal que suene, morir cuesta entre 3.000 y 6.000 euros. Cuando una persona fallece, hay que pagar cosas como el ataúd, el velatorio en el tanatorio, el servicio de traslado al cementerio, la lápida o el nicho o incluso el proceso de incineración en caso de que se opte por esta. Con los seguros de decesos, en función de lo contratado, se pueden cubrir todos estos costes de forma que la familia no tenga que afrontar esta carga económica.
No se deben confundir con los seguros de vida, ya que estos están pensados para dejar una especie de indemnización económica a los familiares del difunto. El seguro de decesos se limita única y exclusivamente a costear todo lo relacionado con el proceso de entierro o incineración de un fallecido, el de vida va más allá, ofreciendo más dinero a los familiares o personas cercanas.
Precisamente por lo que acabamos de explicar es por lo que es tan importante contar con un seguro de decesos. Cabe mencionar que, cuanto antes se contrate, más baja será la prima a pagar y mayores serán las coberturas que se ofrezcan. Es una muy buena forma de asegurar que, una vez toque partir al más allá, quienes nos rodean no tenga que afrontar la situación a la vez que tienen que hacer malabares para pagar todos los gastos del sepelio. Por eso mismo, cada vez más y más personas mueven ficha antes.
Además, hay muchas opciones disponibles, por lo que es fácil dar con un seguro de decesos que vaya acorde a las necesidades que puedan surgir. La clave está en comparar las opciones de las aseguradoras más reputadas y decidir en base a precios y coberturas. Tan sencillo como eso.
