El nuevo sistema oficial de conteo de datos de la pandemia de la COVID, que omite los contagios totales y refiere solo los positivos en mayores de 60 años, y una actualidad de mayor peso (escalada de precios, guerra en Ucrania) han roto la dinámica con la que las fuentes oficiales y los medios de comunicación daban la crónica de la pandemia de la COVID, hasta la reconocida con sexta ola. En plena escalada de nuevos contagios, hospitalizaciones y fallecimientos, la que sería séptima ola es ignorada tanto por autoridades como por los distintos medios, más interesados aquéllas y éstos en poner de relieve el levantamiento de todas las restricciones y la recuperación de la normalidad. Se diría que la sociedad también asume una convivencia con el virus muy lejos aún de parecerse a una gripe.
Las cifras aportadas ayer martes por la Dirección General de Salud Pública de Castilla La Mancha, unidas a las de las últimas semanas, son más que reveladoras del incremento masivo de la incidencia de la enfermedad. Entre el 25 de abril y el 1 de mayo se produjeron en la región 2.658 positivos en coronavirus entre personas mayores de 60 años. En la semana anterior los contagios entre mayores fueron 1.936. Los ingresados en hospitales de Castilla La Mancha la semana pasada ascendieron a 311, frente a los 226 que había en la semana previa. En unidades de Cuidados Intensivos hay 12 ingresados por COVID.
En el Hospital de Valdepeñas, los ingresados por coronavirus eran el pasado domingo 8; el doble que siete días antes. A mediados de abril este centro estaba libre de enfermos COVID.
Los fallecidos la pasada semana por coronavirus en la región sumaron 16; 6 más que en la semana anterior.
91 residencias de mayores de Castilla La Mancha tienen ahora residentes con COVID; exactamente 1.225. Desde el inicio de la pandemia han fallecido por esta causa 2.339 usuarios de residencias sociosanitarias.
