La segunda ola de coronavirus ya está llegando y tanto el Ministerio de Sanidad como las comunidades autónomas se están planteando una serie de medidas para poder frenarla. Una de las que tienen encima de la mesa es la de cerrar el interior de bares y restaurantes en aquellos municipios que superen los 5.000 habitantes y que se encuentren en riesgo extremo o alto de descontrol del virus.
Castilla-La Mancha se posiciona como una de las nueve regiones de España que se verían afectadas si se tomara esta decisión al estar enmarcada entre las que tiene un riesgo grave de descontrol. Esto significaría el cierre del interior de los locales de los 23 pueblos que superan los 5.000 habitantes en Ciudad Real.
En caso de llevarse a cabo esta medida, sería la propia comunidad autónoma la que tendría que dar el paso de sacarla adelante y ejecutarla. En el caso actual de los castellano-manchegos, en lo que incumbe a la restauración y el ocio, se podrían ocupar el 50% de las mesas que se encuentren en terrazas al aire libre permaneciendo el interior cerrado, se cerrarían salas de bingos, casinos, salones recreativos y de juegos y locales específicos de apuestas.
