El alcalde de Valdepeñas y presidente saliente de la Denominación de Origen Valdepeñas, Jesús Martín, hace balance de su periodo al frente de esta institución; cuatro años y medio que se le han hecho largos, pero que han tenido un buen final y un final sin retorno, que se resume en mayores garantías para el consumidor, mayor control de trazabilidad, con más información en el etiquetado.
Decálogo
En el balance hecho para Televaldepeñas y Valdepeñas Digital por el primer alcalde en presidir el Consejo Regulador del vino, Martín explica que el decálogo de normas elaborado en 2016 como objetivos a largo plazo, aún tiene por delante año y medio para completarse, lo que supondrá un primer desafío para el presidente electo.
Entre los acuerdos que Martín cree más positivos está el de la ampliación del rendimiento máximo por parcela de viña, aproximándola al de zonas vitivinícolas competidoras, para compensar la renta del viticultor. Se ha realizado además un estudio de suelo para una reconversión del viñedo más rentable y se ha podido acceder de nuevo a los fondos europeos, con 200.000 euros en estos cuatro años y medio.
En los próximos años, Valdepeñas puede enfrentarse a un cambio en el modelo de negocio en el sector de alimentación, al que nuestra Denominación de Origen tendrá que dirigirse con vinos crianzas y reservas, a precios superiores, dejando los grandes reserva para la restauración.
Hostilidad
Sabido es que la última reunión presidida por Jesús Martín en el consejo regulador no transcurrió por cauces amistosos. Se escucharon voces más altas que otras y los medios presenciaron la espantada del empresario José García Carrión, propietario de Bodegas Los Llanos, al verse excluido de los puestos relevantes de la nueva directiva de la Denominación.
Martín afirma que el empresario murciano "no dijo la verdad al declarar a los medios sobre que lo habían echado de la reunión" y cree que "no ha sabido aceptar un consenso en el que participaron todos menos él".
En este repaso a la etapa de Martín como presidente de la DO el alcalde no olvida el día que dio su brazo a torcer y dijo sí a la propuesta del consejero de Agricultura de Castilla La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, aceptando el cargo. Una decisión que, no haber tomado, hubiera –dice- hecho desaparecer la propia Denominación de Origen; y con ella, un porcentaje alto del poder adquisitivo de los 3.000 productores de uva de Valdepeñas. Lo explica así: "La uva de esta DO se paga un 20 por ciento más cara que la de mesa. Sin denominación de origen, esa sería la depreciación de la cosecha.
