
Una vez más tenemos que leer en prensa y ya van dos veces este año, una
supuesta intimidación por parte de la inspección de trabajo que dicen sufrir los
agricultores de Ciudad Real. Asaja ya denunció en enero el despliegue excesivo en
inspecciones laborales durante la recolección de la aceituna y este verano también
han decidido volver a denunciar esta presión ante el número de controles que se
hacen en el campo.
En primer lugar, vaya por delante que desde CCOO Ciudad Real queremos apoyar
la buena y necesaria labor de la inspección de trabajo, esencial para asegurar el
cumplimiento de la normativa laboral. Especialmente necesaria y compleja en este
sector, donde casi la mitad de las personas que trabajan en las labores agrarias
provienen de otros países y de manera temporal, esto conlleva una complejidad
mayor y una mayor necesidad de abordar controles estrictos que aseguren el
cumplimiento de la normativa laboral.
Queremos decirle a la patronal agraria ASAJA CIUDAD REAL que el desarrollo
económico pasa por la urgencia de fomentar un diálogo constructivo entre las partes
implicadas. Por lo que les pedimos vuelvan al camino de la negociación. Queremos
recordar que hace solo unos meses se levantaban de la mesa de negociación hasta
no se evaluase el impacto de la reducción de jornada, una medida que como bien
saben, aún no está aprobada, pero era excusa para romper ese diálogo tan
necesario para el sector. Una patronal más cercana a los planteamientos de VOX y
el PP, una ruptura de las negociaciones basadas en cuestiones políticas que solo
buscan empeorar las condiciones de trabajo de la clase trabajadora. ¿Por qué no
hablan estos señores de la cantidad de horas extras que se trabajan y que no se
remuneran? Porque no les interesa, porque quien algo teme, algo debe. Cuando la
Inspección de Trabajo actúa es porque no se cumple la ley, es decir, se incumple le
ley y se está en la ilegalidad.
Dicen sufrir “presión e intimidación”. ¿Se han parado a pensar la presión que llegan
a sentir los trabajadores y trabajadoras del campo, único convenio agrario de la
región que paga por debajo del SMI a más de 14.000 personas que trabajan en este
sector?
Además, la patronal agraria de Ciudad Real no paga a los temporeros y temporeras
de Ciudad Real lo que es suyo, es decir, roban el salario a los trabajadores/as. La
Inspección de Trabajo y la Dirección General de Trabajo ha dejado bien claro que el
salario temporal es de 73,92. Campaña que los sindicatos de clase hemos
presentado y estamos repartiendo por los tajos a los trabajadores y trabajadoras.
Encima tenemos que aguantar que el verdugo vaya de víctima. Aquellos que no
cumplen la ley, encima se presentan ante la sociedad y las administraciones como
víctimas, una autentica desfachatez.
¿Se han parado a valorar la presión que supone para estas familias afrontar con
estos salarios, la cesta de la compra o los gastos de luz y agua o vivienda entre
otros?
¿Se han parado a reflexionar lo que supone echar jornadas extenuantes con las
temperaturas que soportamos por estas tierras?, por lo tanto, es necesaria la
presencia de la inspección para garantizar la salud y la vida. El año pasado tuvimos
unas cifras insoportables de accidentes laborales con resultado de muerte, en
concreto 19, 6 de ellos en el sector agrario, el 31,5%. Si analizamos los índices de
incidencia, que es el número de accidentes por cada 100.000 trabajadores,
comparándolo con el mismo periodo del año pasado. Estos han aumentado en todos
los sectores, salvo en el de servicios, siendo este aumento más importante en
agricultura e industria.
Dicen también que se sienten como “delincuentes”. ¿Saben lo que es, sentirse como
si estuviéramos en una época de esclavitud? Así se sienten muchos temporeros y
temporeras en la actualidad. Les recordamos que los empresarios del campo están
obligados por ley a dar condiciones de trabajo y de vivienda dignas. En caso
contrario es normal que la Inspección de Trabajo actúe, están realizando su trabajo.
Impedírselo sería un delito de obstrucción a la autoridad.
Dicen que solo sería justificable estas inspecciones si existieran pruebas concretas
de actividades ilícitas, relacionadas con la explotación laboral. Pues les tenemos que
decir que lo que sale a la luz es la punta del iceberg, ya que estamos ante un sector
en que la sindicalización es baja por la temporalidad de la contratación y, sobre todo,
por el alto número de personas migrantes que trabajan en este sector. Cabe
recordarles que en la reunión de Zonas Rurales deprimidas los representantes de la
Guardia Civil expusieron los datos de explotación laboral y humana que se dan en
esta provincia e Inspección de Trabajo les recordó las sanciones, en concreto a
ustedes. Por lo tanto, indicios hay más que de sobra.
Además, deberían apoyar la labor de la inspección, sin ningún tipo de objeción,
pero, ya que esta labor beneficia a todas las partes. En su caso ayuda a acabar
con la competencia desleal, solo deberían sentirse presionados o intimidados o
mejor dicho “pillados” el empresariado del sector que no cumple con la normativa
laboral. Esta patronal solo quieres beneficios a costa del sufrimiento de la clase
trabajadora de la forma más salvaje y atroz.
Por último, queremos recordar que las administraciones están para velar por los
derechos de todos los trabajadores/as y ciudadanos en su conjunto, no por el afán
enriquecedor y egoísta de unos pocos. Incluso estas prácticas amenazantes podrían
ser objeto de un delito de intimidación a las administraciones y a los funcionarios y
funcionarios por realizar su trabajo y su labor.