
La Unión de Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha pide que se deje de acusar a los agricultores como los principales causantes de incendios y se defiende alegando que, de los 1.355 incendios anuales, solo 36 tienen origen en dicha actividad.
La organización muestra su desconcierto con la gestión de las administraciones públicas. Una gestión que, según argumentan, "trata de obstaculizar su labor, ya sea mediante órdenes a la Guardia Civil o con condiciones impuestas por la Política Agraria Común". Unas condiciones que manifiestan como motivo de la aparición de superficies extremadamente combustibles, como el mantenimiento de una capa vegetal natural en una parte de las explotaciones, como medida de interés agroambiental.
La Unión Agricultores pide una serie de modificaciones para revertir la situación, como cambios en las normas de la PAC; que se permita el acceso del agricultor a la zona que arde, para colaborar en su extinción y que se mantengan las mismas restricciones aplicadas en la agricultura, para el resto de sectores y actividades.