viernes. 29.03.2024
Fotografía de la obra Exitus2, de Aurora Cid
Fotografía de la obra Exitus2, de Aurora Cid

   “No quieres vivir en el encierro. Necesitas que te encuentren, que te contemplen, que perfilen tu esencia, que sueñen con tu etéreo fluir de geometrías limpias, estrictas.

   Quisieras permanecer inmóvil, pero es imposible. Tu naturaleza es solo azar animado por un soplo inadvertido. Te hicieron así y es obligado que asumas tu condición. Eres afable, locuaz, cálida y vives con el rozar de tus lados sobre los vértices que te acompañan, como el cimbreo de un árbol sin ramas, solo hojas plegadas ─aluminio laqueado en esa brillante antítesis del color negro con el blanco─ sin el sostén maternal de un tronco ni la tenacidad de unas raíces que te agarren a la tierra. Una tierra tan próxima como inalcanzable. Todo en ti es mudanza leve, cadenciosa, silencio demorado, destellos de tu piel bruñida sobre la mirada de los mortales. Eres, además, muñidora de sombras errantes, caprichosas, tránsito inasible de tu espíritu sobre ese muro pálido, cercano que se yergue a tu espalda. Y porque eres tremor, y reflejo, y música inaudible, y emoción de hechuras fugaces, me acerco a ti. Por eso te rodeo. Por eso elevo la mirada y admiro la elegancia de tus ademanes, la esbeltez de tu contorno, la perfección evanescente de tu conjunto.  Me acerco aún más y te veo frágil, suspendida, quizá, por el hilo de aquella Ariadna que no pudo conservar el amor de un Teseo fugitivo. Te veo delicada, sutil como un sentimiento reflejado en el ese espejo de metal que te sostiene, como un prodigio de infinitud esmaltado en la belleza de tus rasgos. Quiero quedarme. Quiero estar contigo. Estoy contigo.”

                                 Desde fuera. Microrrelato inspirado en la obra “Exitus2”, de Aurora Cid.

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   “La línea infinita” es el nombre de la exposición que la artista Aurora Cid muestra en las salas del Museo del Quijote de Ciudad Real del 31 de marzo al 25 de junio.

   Podemos contemplar, en esta colección de artes plásticas, una multiplicidad de disciplinas, materiales y técnicas que convierten su visita en una experiencia sugerente, didáctica y enriquecedora.

   En las cuatro esculturas amparadas por el lírico mensaje “Los pliegues del tiempo”, hay, quizá, un desafío físico a esta dimensión temporal tan relacionada con el espacio. En estas obras, lacadas en verde, rojo y malva, encontramos un trabajo de superficies pulidas y perímetros afilados capaz de arrostrar las inclemencias de lo que está por suceder, no en lo meteorológico, sino en la cadencia matemática de las horas, de los días, de las décadas. Un trabajo en el que Aurora dispone la luz y las sombras con estudiado esmero y con el que, tal vez, podríamos resolver el misterio del tiempo, esa dimensión críptica, tan anhelada como incomprendida.

   Algunas obras de la serie “Mis bichos”, compuesta por esculturas de acero lacado y también por pinturas al óleo sobre cartón Kraft, se realizaron como homenaje a las creaciones en metal, denominadas “Bichos”, que la artista brasileña Lygia Clarck compuso en la década de los sesenta del siglo pasado y suponen, según Aurora, la recreación abstracta de seres imaginados que bien podrían ser mascotas, animales silvestres o criaturas oníricas En cualquier caso, el espectador puede recrearse en la contemplación de estos seres dotados de una vitalidad geométrica muy visual, un dinamismo sensorial de extraordinaria atracción y un perfecto equilibrio entre vértices, lados, ángulos y aristas.

   Encontramos, en algunas creaciones, títulos que estimulan la curiosidad del espectador, como ocurre con Puzzle arbitrium y Convergencia-dos. El hecho de incitar al visitante a vincular los títulos con lo expresado en sus obras, hace que Aurora logre algo imprescindible, algo solo reservado a los artistas de mérito: conseguir que el espectador no pueda desligarse, tras su contemplación, del mensaje albergado en sus esculturas y pinturas. La abstracción geométrica de Aurora Cid consigue seducir al visitante con un lenguaje propio, con una semántica trazada por la textura, el color, la profundidad, los perfiles y los materiales utilizados. También por la luz y las sombras que la artista busca con denuedo y que muestra en sus obras con delicadeza, precisión y solvencia. Todas las obras expuestas se encuentran perfiladas con esas líneas cercanas, tangibles que tienden siempre a un infinito que habita, ataviado de amables promesas de futuro, en algún apartado de la conciencia y que ustedes podrán descubrir al visitar esta recomendable,  magnífica exposición.

Desde fuera